sábado, 8 de noviembre de 2008

Y bien, la guerra






Manualidades para tiempos consensuales


Véase ejemplo a continuación.


Nos encontramos con esta frase de Blanqui: "Un rico muerto es un precipicio cerrado".

Damos una vuelta por la sección de papelería de El Corte Inglés y tomamos prestados paquetes de tarjetas y sobres de reducido tamaño.

Con una más o menos inquietante caligrafía de escolar aplicado escribimos, en el anverso de la tarjeta "Estamos en guerra" y en el reverso, la frase detonante "y un rico muerto es un precipicio cerrado".
En el sobre, sólo una cifra matasellada, a modo de remite. A descifrar (o no): 1936. Tal vez una cita pendiente. Introducimos la tarjeta y lo cerramos con ese gesto de amor o de tabaco de liar tan apreciado por los rastreadores de ADN.

Tras jugar al muy divertido y revelador (con "v", de momento) juego de colarse en territorios del tipo "Prohibido el paso. Propiedad privada"-distraer a los porteros-detectar sistemas de videovigilancia-oírse decir "Usted primero"-etc. procedemos a buzonear el Barrio de Salamanca con cientos de reproducciones del artefacto anteriormente descrito.


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La guerra irregular viene a ser aquello que Willisen definía como estrategia, "el estudio de la comunicación" en su grado extremo, para atacar ahí donde el enemigo no está.

Fundación Straubinger





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